Crítica ‘Historias para no contar’

Las películas antológicas nacen con una maldición: no satisfacen a nadie. Por buenas que sean. Pero la comparación entre distintas historias es inevitable y eso conduce una sensación de irregularidad que no tiene porqué ser real. Esto se suma a que, hoy en día, ni las películas «all-star», aquellas que reúnen en sus créditos a un gran número de gente reconocida, ni las películas basadas en géneros teatrales tienen una gran fama o predicamento popular. Cuando todas esas ideas se mezclan en Historias para no contar, Cesc Gay tiene una tarea complicada por delante. Y, por desgracia, se queda a medias. Continúa leyendo Crítica ‘Historias para no contar’