Un pequeño mundo

El colegio asusta, pero el patio de recreo puede asustar incluso más. La opera prima de Laura Wendel se caracteriza por lo asfixiante de su propuesta estética, donde la cámara — a caballo entre los Dardenne y El hijo de Saúl— sigue a la pequeña protagonista, encerrándola en sofocantes planos donde la angustia se hace paso desde el comienzo. El miedo a la experiencia escolar aún desconocida, muy pronto se tornará presión y necesidad por encajar en el sistema social. Continúa leyendo Un pequeño mundo