
Jaula
Son muchos los directores que a lo largo de la Historia del Cine han decidido dar el papel protagonista a un niño en sus películas de terror, y no necesariamente para interpretar a seres malignos. Desde la inocencia de Danny Torrance (El resplandor, Stanely Kubrick, 1980) a la manipulación de Esther Coleman (La huérfana, Jaume Collet-Serra, 2009) o la maldad de Damien Thorn (la saga de La profecía). Está claro que de estas decisiones han salido grandes clásicos que a día de hoy son considerados obras maestras: El exorcista (William Friedkin, 1973), Los chicos del maíz (Fritz Kiersch, 1984), El sexto sentido (M. Night Shyamalan, 1999) y un largo etcétera. Pero, ¿qué tienen los niños de especial que hacen que funcionen tan bien dentro de este género precisamente tan poco dirigido a ellos? Continúa leyendo Jaula