¿Qué es ser moderno? Comprar un champú natural para el mechón azul que va a juego con el que le has puesto a tu perro Tofu. Por la mañana solo beber kombucha. Hacer bici estática para tener un cuerpo fit y que un rider te traiga una hamburguesa a domicilio. Un poco de kombucha para refrescarse. Hacer planes de pareja en restaurantes que son una experiencia y que la paella te sepa a desobediencia y fallas. ¿Kombucha? Buscar aire puro y desconexión en el Pirineo (¿dónde esta la kombucha?) mientras te montas una sesión de fotos para Instagram (ahí está, menos mal).

Hay un poco de anuncio de kombucha en vuestra serie.

PutosModernos es muchas cosas, una cuenta de creadores digitales, una agencia de publicidad que hace campañas para grandes marcas y una marca en sí misma. Está detrás de libros como Hazte rico, vende humo; Camarasutra. Manual Ilustrado del postureo o el reciente Vótame. Manual políticamente incorrecto para vivir de la política correctamente, y éxitos de papelería como El Puto Calendario, El Puto Calendario Atemporal y La Puta Agenda del Autónomo. La agencia creada por Jorge Sandua y Joan Alvares y ganadora del Premio Graffica 2021, se caracteriza por la tipografía Uxum Grotesk y sus copys irónicos que caricaturizan la era de la modernez.

La sencillez de la serie es casi minimalista, pero de ese minimalismo postureta de Instagram, de invertir una hora en fotografiar una tosta de aguacate y aparentar naturalidad. Putos Modernos expone la hipocresía de una generación bajo la dictadura de la imagen con personalidades de las redes como Inés Hernand y el dúo creativo de Moderna de Pueblo. A través de la autoparodia se ríe las contradicciones del mundo contemporáneo. Pero la risa es para esconder el llanto. La frustración de tener que solucionar la crisis climática sin descuidar la imagen, de ser la generación más preparada para trabajar de camarero o repartidor a domicilio y de monetizar tus vacaciones creando contenido. Escuchar un audio en x2 no es más que el reflejo de la constante sensación de llegar tarde a todo, de la obsesión por la productividad. Gastar el sueldo en restaurantes y experiencias para olvidarse de lo difícil que será comprar un piso. Puede que la modernez sea eso, hacer memes de situaciones terribles. La juventud trata de rescatar el teatro, la artesanía y la radio, PutosModernos vuelve a las campañas basadas en texto. C. Tangana rueda sus videoclips en 35 mm, Putos Modernos también usa el negativo. La imagen y el chiste se roban el protagonismo y la serie se pierde en lo superficial: una correcta producción para un producto efímero, instantáneo, enterrado en la imagosfera postmoderna. Con todo ello se muestra coherente con la esencia de su marca, creando una serie autocrítica y autocomplaciente que disfrutarán aquellos que se ven representados. Al fin y al cabo no pretende mucho más que ser una broma interna de un grupo de amigos y lo consigue. Eso y vender kombucha y un par de cosas más.

La cuarta serie de ficción de Filmin perpetúa su línea editorial de una forma inteligente y estratégica. Una serie-campaña que funciona como anuncio de marcas y que paralelamente le ayuda a anunciarse como plataforma. Cambiando la tipografía san-serif por rodar en cine y los copys directos por microepisodios, la serie mantiene la esencia de la marca homónima, creando un producto más de su universo transmedia.

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