Ficha técnica:
Título original:
Roar
Creada por: Liz Flahive,
Carly Mensch
Duración: 8 ep. x 30 min
País: Estados Unidos
Idioma: Inglés
Intérpretes: Issa Rae
Nicole Kidman, Betty Gilpin,
Cynthia Erivo, Merrit Wever,
Alison Brie, John Douglas
Thompson, Meera Syal,
Fivel Stewart, Kara Hayward,
Griffin Matthews, Judy Davis,
Daniel Dae Kim, Jake
Johnson, Justin Kirk, Hugh
Dancy, Bernard White.

Sinopsis: Estas ocho historias, que combinan con humor situaciones ambientadas en el realismo mágico, la vida doméstica, el ámbito profesional y el mundo futurista, reflejan dilemas de mujeres normales y corrientes con sencillez y originalidad. La evolución de sus respectivas trayectorias hace patente la resiliencia que habita tanto en ellas como en todas las mujeres.
Crítica:
Privilegios. Relaciones tóxicas. Relaciones maternofiliales. Memoria. Violencia sexual. Maternidad. Matrimonio. Masculinidad tóxica. Estos son algunos de los temas tratados en la nueva antología de Apple TV+, Roar, con la que la plataforma de la manzana pretende dar un giro feminista a su catálogo. No son temas nuevos; de hecho, mucha de la ficción producida en la última década se centra en esos temas. En ese sentido, llega tarde. Se siente más como una forma de feminismo pop que como una reivindicación profunda. Por otra parte, eso ya lo sabíamos desde el título. Es en las premisas tan curiosas y el sentido del humor empleado donde radica gran parte de su valor.
Una escritora afroamericana no consigue que la industria cinematográfica la vea. Una mujer se come las fotos del pasado de su madre con Alzheimer. Una modelo deja su trabajo para posar día y noche en una balda en el despacho de su marido. Una madre que acaba de dar a luz a su segundo hijo comienza a encontrar mordeduras por su cuerpo. Una mujer tiene una relación amorosa tóxica con un pato. Una mujer investiga su propio asesinato. Una esposa devuelve a su marido al supermercado donde lo compró. Una joven busca venganza por la muerte de su padre. Todas esas premisas encierran gran parte del significado temático, algunas de forma más sutil que otras, y todas ellas son puntos de partida originales, extraños y que provocan curiosidad. El gran pero es que no vuelan muy lejos del material que adaptan, el libro homónimo de relatos cortos de Cecelia Ahern, y parte de ese valor, que radica en la sorpresa y la novedad, se diluye.
Es una serie cómoda de ver y entretenida. Sus capítulos duran media hora, son divertidos y (casi) todos siguen una estructura similar basada en dos grandes puntos de giro que construyen temáticamente el relato —la que más se distancia del resto es «The girl who loved horses» no solo por su ambientación en otra época histórica, sino por su aparente falta de humor y una mayor opacidad temática. Como en el propio libro, cada una de las historias tiene un mensaje obvio, pero, sin embargo, algunas de ellas ocultan un giro inesperado que permite profundizar un poco más; particularmente «The woman who was kept on a shelf» y «The woman who returned her husband», donde, irónicamente, en sus giros finales se critica la estrecha relación que el feminismo tiene con el capitalismo. Y, como en el libro, el mensaje global es igual de obvio, pero no por ello menos poderoso o necesario: la discriminación lleva a situaciones tan absurdas como trágicas y la experiencia femenina, si bien individual e intrasferible, tiene rasgos comunes por los que cabrearse.
Siguiendo ese hilo, la antología es el formato ideal. No solo por ser la mejor forma de representar narrativamente la idea de fondo, sino que, pese a la estética uniforme propia de las series (es una pena que no se aproveche el carácter antológico para explorar diferentes formas y juguetear con la libertad que los relatos cortos te dan), pueda llevar esa idea a una capa industrial. Liz Flahive y Carly Mensche nos ha dado el nombre de 6 directoras desconocidas: Channing Godfrey Peoples, Kim Gehrig, So Yong Kim, Rashida Jones, Anya Adams, Quyen Tran y la propia Liz Flahive.
De momento, Roar comienza con buen pie, aunque tampoco salte. Esperemos que, en próximas temporadas, se aleje un poco feminismo pop que ella misma critica (o que lo abrace sin remordimientos) y pueda continuar desarrollando historias cortas con humor y fantasía. Quizá alguna de las próximas experiencias relatadas se realicen desde una perspectiva de clase o una de género transinclusiva. Quizá.