El 5 de noviembre llega a salas Josefina, el primer largometraje del dúo creativo integrado por Javier Marco (director) y Belén Sánchez-Arévalo (guionista). A sus espaldas más de una década de cortometrajes: Muero por volver, Amianto, A la cara (Premio Goya al Mejor Cortometraje), Uno, Casitas,… Tras su estreno mundial en la sección New Directors del Festival de San Sebastián, pasó por Seminci en la sección no competitiva Spanish Cinema. A su llegada a Valladolid, hablamos con ellos sobre su carrera, sobre cortometrajes y sobre su nuevo largo.
PREGUNTA: ¿Cómo surge este equipo creativo? ¿Cómo convergéis y cómo trabajáis?
Belén Sánchez-Arévalo: Nos conocemos desde hace ya más de 15 años. Somos, además, pareja desde Navidad. Los dos venimos del mundo audiovisual… Al principio trabajábamos por separado, pero hicimos el primer corto juntos hace ya muchísimos años y, desde entonces hemos sumado fuerzas.
Javier Marco: Sí, sí, lo ha dicho ella. Al principio hacíamos cortos separados pero luego otros los escribíamos juntos, y luego ya los escribía ella y yo los dirigía. La verdad es que nos gusta el mismo estilo de cine, así que eso ayuda, porque si cada uno fuera por un lado estaríamos todo el día discutiendo. En casa solo se habla de cine; al fin y al cabo, es lo que nos gusta.
P .: Últimamente viendo los últimos años en Los Goya, o incluso en festivales, en selecciones hay mucha presencia de la ECAM y la ESCAC. Entonces hay una pregunta que surge en mi generación, que quiere adentrarse en la industria española: ¿hay vida más allá de las escuelas privadas de cine?
J. M.: Yo creo que sí. Por su puesto, si vas, ayuda, porque conoces a gente y aprenderás muchas cosas, seguro. Lo importante es sobre todo el networking que puedas hacer con tus compañeros. Pero bueno, claro que hay vida. Yo conozco a mucha gente que tampoco ha hecho …, bueno, ella sí que estudió comunicación audiovisual…
B. S-A.: Sí, pero bueno, no en una escuela de cine, lo estudié en la Complutense.
J. M.: Y yo soy Ingeniero de Telecomunicación… Es verdad que luego hice un master en dirección, pero fue online (risas). Creo que aprendes más haciendo cortos, que al final es lo que hay que hacer, desde mi punto de vista hay que trabajar, ver tus errores, y que para el siguiente proyecto no cometas los mismos. Que, a veces, los cometes igual o peores, pero la idea es no hacerlos y hacer cosas diferentes en cada corto: probar cosas, probarte a ti mismo, ver qué estilo te gusta de cine,…
P.: Por meternos más en el mundo del cortometraje, que es un mundo muy precario. Habéis hecho 11 cortos juntos, que se dice pronto, y este año habéis sacado un largometraje y un cortometraje, entonces, ¿cómo veis el mundo del corto?
J. M.: Sí, es verdad que es una pena, porque creo que no tienen la visibilidad que deberían tener. Los cortos, a no ser que vayas a un festival, tienen poca vida más. Hay algunas plataformas como Movistar que compran cortos, pero es verdad que cogen muy poquitos. No sé cuantos cortos se hacen al año en España, supongo que 1000 o 2000, entonces a lo mejor cogen 10. Entonces, es complicado. Pero es verdad que creo deberían tener más difusión, porque al final los cortos no son el hermano menor, como se dice muchas veces, es lo mismo que un largo. Cuentas la misma historia, contada en 10 minutos o en 20, pero, al final, te lo tienes que tomar igual, como si fuera igual que un largo. Es que es lo mismo, y es un poco pena porque hay veces que piensas que podría volver otra vez el corto a los cines, antes de un largo poner un corto, pero bueno, ojalá que eso lo veamos pronto.
B. S-A.: Y por eso también agradecer la labor de los festivales de cortometrajes que hay en este país, que hacen una labor, que si no fuera por ellos no existiría el mundo del corto y, además, que yo creo que hay un nivel en España muy muy potente a nivel de cortometrajes… Hay que destacar la labor de los festivales de cortos, Medina, Talavera y todos, que hacen una función de difusión del corto bestial, ¿verdad? A veces, con muchos problemas de ayudas, luchándolo un montón… Es muy de agradecer. Y lo que decía él: el corto para nosotros no es un hermano menor, sino que es casi un género en sí mismo. No es género, pero bueno, casi,… un formato que para nosotros tiene el mismo valor que un largo.
J. M.: Sí, bueno, de hecho, nosotros es que queremos seguir haciendo cortos; si seguimos haciendo largos, que esperemos que sí, también queremos compatibilizar con cortos, ¿no?
P.: Todo cambia el año pasado cuando ganáis el Goya al Mejor Cortometraje y eso es, sin dudas algo positivo, pero en algunas entrevistas os he leído comentando, con cierto resquemor que no salís de la nada, que lleváis muchos años luchando y haciendo cortos. Entonces ¿cómo sienta, para lo bueno y para lo malo, el Goya?
J. M.: La verdad es que da visibilidad. Es lo que te contaba los cortos no tienen nada de visibilidad, a no ser que ganen un Goya, y bueno, tampoco es que sea mucho… Tampoco hemos recibido millones de ofertas de productores viniéndonos… Es verdad que está bien porque te anima, es una profesión que tienes altibajos. A veces, dices para qué estamos haciendo esto, económicamente tampoco compensa. Pero bueno, al final, es lo que te gusta y lo que quieres hacer. Si es cierto que este año ha sido como el año que nos han pasado varias cosas, lo del Goya, hemos hecho la película, ya tenemos el siguiente largometraje en proceso… Este año nos ha ido bastante bien, pero al final, lo que decíamos, es que llevamos mucho tiempo ya, yo creo que ya tocaba, tenía que ser, más por pesados… (risas)
B. S-A.: Por pesados (risas).
P.: Más por visibilidad que por el hecho del premio, ¿no?
J. M.: Sí, sí. Lo bueno es que no nos ha hecho falta tener el Goya para encontrar subvención para el largo, porque al final ya teníamos todo levantado y hemos podido hacerla…
B. S-A.: Con la productora, con White Leaf
J. M.: Entonces eso es muy bueno, no nos podemos quejar, la verdad, cómo nos está yendo este año.
B. S-A.: Pero bueno, ha sido una ilusión, y lo que dice él, el premio es un empujón que te dan y, si estás un poco bajo de moral, pues te anima. Sobre todo en momento pandemia, desde casa… entonces fue una ilusión.
P.: Este año también habéis sacado Amianto, que se rodó durante la pandemia, entonces, ¿cómo surge este proyecto? Porque es un corto muy diferente a los anteriores.
J. M.: Sí, queríamos probar algo nuevo. Después de A la cara, dijimos, «bueno, ¿ahora qué hacemos? bueno, ¿qué siguiente proyecto hacemos?». Pues picarnos un poco decidimos hacer algo que sea diferente a lo anterior…
B. S-A.: Experimentar con algo diferente.
J. M.: Experimentar un poco, sí. Y fue una experiencia superpositiva. En pandemia lo malo es que teníamos que estar siempre con mascarilla y con el miedo de “¡y si pasa algo!”, porque lo rodamos, ¿cuándo fue? …
B. S-A.: Sí, es que, de hecho, se suspendió el rodaje porque fue el confinamiento más estricto, que no se podía rodar, y entonces lo rodamos ya después cuando ya se abrió …
J. M.: … en octubre de 2020.
B. S-A.: … en octubre…, sí. O sea, se suspendió y se rodó, pero con todos los protocolos. Bueno, Josefina, el largometraje, también se ha rodado en pandemia… Es una experiencia curiosa.
J. M.: Josefina la rodamos en abril-mayo de este año, 2021, entonces también…, pero bueno, ahí ya estaba un poco más tranquilo el tema. Pero ahí estábamos un equipo tan grande que cualquiera que pillase el COVID… pero tuvimos suerte y no hubo ningún positivo, pero bueno…
P.: Por ir caminando hacia la película, tenéis una temática recurrente, al menos en los últimos cortos y, por lo que he podido leer en la sinopsis, parece que en Josefina también está presente, que es la idea de la conexión, de la empatía, ¿hay algo especial que queráis buscar en esa temática o simplemente queréis generar esa empatía?
B. S-A.: Bueno, no es buscada yo creo. Nosotros siempre creamos las historias,en torno al personaje. Primero surge el personaje y, luego, la historia; entonces igual también eso viene un poco de eso… Es verdad que, en la sociedad en la que estamos ahora, buscamos eso todos ¿no? Esa empatía con lo que nos rodea ¿no? Entonces a lo mejor por ahí viene que todas nuestras películas, o todos los cortos y el largo se conecten, porque al final son personajes en busca de contacto con otro ser humano. O sea que sí, por ahí puede ser que por ahí estén enlazadas.
J. M.: Sí, sí, y esta peli también es de conectar, de conectar con el otro. Y, bueno, sí nos gustan historias de soledad, pero dejar un poco de esperanza al final. Pues, aunque tengas una vida un poco triste, un poco gris, pero luego puede que haya algo que te va a cambiar un poco, que va a girar y te va a cambiar un poco la vida. Entonces … en fin, en Josefina está igual que en los cortos.
P.: Josefina la protagonizan Emma Suárez y Roberto Álamo, que eran los intérpretes que queríais, entonces ¿por qué los queríais y qué se siente al llegar a ello?
J. M.: Pues, cuando ya estábamos con el guion, ya, pues pensábamos quién podían ser. Primero nos vino la idea de Emma Suárez para la propia Berta. Cuando veíamos el guion, era perfecta, tanto visualmente como interpretativamente; el papel de Berta es para ella. Le mandamos el guion y dijimos: «ostras, seguramente nos diga que no, porque es la primera peli, porque tiene mucho trabajo». Y no sé si fueron dos semanas después nos contestó. Súperápido. Leyó el guion y le encantó y dijo para adelante. Y entonces, claro, tenemos que encontrar un protagonista también a su altura. Dándole vueltas, vimos una escena de Roberto Álamo en una película suya, y la verdad es que ahí nos dio la idea. Esto era lo que necesitamos para el personaje de Juan. Y lo mismo, le mandamos el guion a través del representante y, respondió enseguida también. No sé si fueron varias semanas, pero enseguida dijo que sí y entonces ya teníamos la pareja perfecta. Y es que además en la peli teníamos a Manolo Solo, Pedro Casablanc, Miguel Bernardeau, Olivia Delcán, Simón Andreu, que es gente con la que habíamos trabajado en los otros cortos porque nos gustan mucho… pues que estén en el largo también que es cuando pueden cobrar un poquito más. Porque para los cortos tienes para pagar simbólicamente, pero no el sueldo que se merecen. Y entonces pues una alegría estar con ellos, porque, además, también estás en el largo y se hace con confianza porque están ellos, que van a dar cien por cien y van a estar ahí siempre. Así que súper agradecido a este elenco.
B. S-A.: Una suerte contar con ellos y que hayan querido volver a trabajar con nosotros, que con el trabajo que tienen…, que son unos actorazos. Todos.
J. M.: Sí, y todo el equipo técnico que ya habíamos trabajado con ellos en algunos de los cortos como Santi Racaj (Magical Girl, Verano 1993) en la dirección de fotografía, que es uno de los mejores, para mi gusto; y Carlos Bonmatí (Reyes de la noche), por ejemplo, en sonido, también. Entonces estábamos como muy arropados en el rodaje, que fue bastante tranquilo para ser un rodaje, la verdad. Y digo yo: «ostras, una primera película … ¿cómo va a ser el salto del corto al largo, no?» Pero bueno más o menos es lo mismo, es…
B. S-A.: Más semanas.
J. M.: Sí, haces lo mismo, solo que más tiempo, o sea, es verdad que tienes que tener la cabeza como más tranquila, pero sí que es verdad que si has hecho cortos, pues … el largo es lo mismo pero más tiempo.
P.: Precisamente os iba a preguntar por ese salto, pero como ya lo habéis contestado…
J. M.: Si quieres te la contesto de otra manera… (risas)
P.: No hace falta porque la siguiente también nos permite hablar de ello. Hay una tendencia últimamente de hacer ese salto del corto al largo con «autoremakes», tomando un corto y expandiéndolo. Lo hemos visto con Ane de David P. Sañudo, con Lucas de Álex Montoya, La hija de un ladrón de Belén Funes,… Vosotros, como Álex Montoya, vais a hacer eso mismo con vuestro segundo largo, pues, en principio, vais a retomar A la Cara. Entonces, en vuestra experiencia personal ¿por qué creéis que se dan estos autoremakes en los primeros largometrajes?
B. S-A.: Quizás es por lo difícil que resulta levantar un largometraje y cuando tienes un corto que tienes ya algo para presentar. En nuestro caso es que mucha gente nos pedía qué pasaba con ellos después y, entonces surgió la oportunidad de hacerlo. Había una historia detrás, se descubrió y entonces ahora vamos a escribir, en este caso entre los dos. Pero será por eso, porque un largo es tan difícil de levantar. Si tienes ya algo que mostrar, que ya ha funcionado, una imagen, unos actores, un tono que sabes que ha gustado, pues es más fácil. Si puedes. Si tiene historia, otra cosa es que no tengas una historia que contar…
J. M.: Sí, es justo lo que dice ella. Y claro, tienes que ver que esa historia se ha quedado pequeña, es decir, que tiene como más chicha como para poder hablar de ello. Si se da eso, adelante. Además ya tienes algo, como dice ella, para presentar y entonces ya el productor puede decirte “ah, pues ya me gusta el estilo”, porque es claro con un pitch es más complicado. Cuando tienes algo visual entonces ya está muy bien… Porque con Josefina estuvimos desde 2015 con la historia y hemos rodado en 2021, entonces a ver si ahora con A la cara los plazos se acortan y podemos rodar pronto, ¡ojalá!
P.: Por último, ¿cuáles son vuestros próximos proyectos? ¿Tenéis algún corto en mente o algo más aparte de A la cara?
J. M.: Pues, bueno, ahora mismo no, ahora mismo no hay un corto, pero es verdad … o sea ahora mismo como proyecto solo tenemos el de A la Cara, el largo, pero sí que sabemos que tenemos que, no solo poner todas las energías en un proyecto, que es lo que hicimos a lo mejor en Josefina, sino que creo que tenemos que abrir un poco, expandir, tener varios proyectos y…
B. S-A.: Bueno, en proceso de escritura hay otros, pero listo para mover: A la Cara.
J. M.: Claro, eso es, es verdad que ahora ya hay productoras que se están empezando a interesar, entonces, claro, es una pena que te pregunten y no tener otro proyecto, ¿no?, entonces es lo que nos…
B. S-A.: Hay que tener siempre otro… (risas)
J. M.: Sí, totalmente.
B. S-A.: Estamos intentando eso, tener varios proyectos, porque es tan difícil levantar cosas, ¿verdad?
J. M.: Claro, claro, es verdad que eso es lo que tenemos ahora pendiente, ponernos a escribir ahora un poquito algo más y sacar algún proyecto y empezar a hablar con productoras.
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