Crítica ‘Hasta los huesos’

Puntuación: 3 de 5.

El cine de Luca Guadadigno ha virado, de un tiempo a esta parte, hacia la juventud, hacia sus deseos y contradicciones, sus aspiraciones y sus problemas. Y pocos cineastas han sabido captar la prisión de mil posibilidades que caracteriza a los primeros pasos del mundo adulto y quizá ninguna de sus películas lo capte tan bien como Hasta los huesos, una obra romántica en lo temático y en lo formal.

La cinta, regreso al cine tras su escabrosa aventura en la televisión con la miniserie We are who we are, cuenta el abandono de la seguridad del universo infantil y el comienzo de la aventura vital de Maren (Taylor Russell). Como en Crudo (Julia Ducournau, 2016), el extrañamiento púber y los primeros descubrimientos adultos se visualizan a través de la metáfora del canibalismo. En la adolescencia, todos somos monstruos que quieren ser queridos y esa búsqueda de la identidad y del amor se traducirá en una road trip junto a Lee (Thimothée Chalamet) por la América profunda, con Malas Tierras (Terrence Malick, 1973) como principal referente.

No son pocos los puentes que se pueden establecer entre la nueva película de Guadagnino y la saga Crepúsculo, particularmente en su primera entrega. La fascinación por el monstruo, el romance adolescente, el carácter autodestructivo y natural del deseo, el debate moral sobre la sangre, esta raza de caníbales que son como vampiros… Sin embargo, David Kajganich, sobre el libro de Camille DeAngelis, le da una vuelta de tuerca social: la marginación. Los distintos caníbales que aparecen a lo largo de la cinta; de esta manera, el canibalismo no solo es la monstruosa adolescencia, como ocurría en la cinta francesa, sino también tiene un carácter queer. En otras palabras, aceptar el canibalismo de uno es aceptar la identidad propia y la lectura en clave de identidad sexual y de género es la favorita de los creadores. Y, dentro de esa reformulación, la veta más interesante es su relación con el pasado, tanto en su ubicación temporal (1988, finales del mandato reaganista) como en el personaje de Mark Rylance, fantasma que da cuenta de la represión pasada y advierte de la futura. Pese a todo, esta película no ha de entenderse desde lo temático o lo argumental, pues fracasa estrepitosamente si se aborda desde ahí (las distintas implicaciones temáticas del canibalismo no están muy desarrolladas, así como los secundarios o la propia historia), sino más bien desde lo sentimental o la experiencia estética.

Hasta los huesos es una cinta de paisajes emocionales. En su búsqueda del angst juvenil (el casting no puede ser más acertado, el ídolo adolescente siempre-melancólico Chalamet y la tímida Taylor Russell), Guadagnino cada vez se ha abstraído más, centrándose en las emociones y buscando concretarlas en imágenes. Así, gracias a una puesta en escena libre y caprichosa que va desde el onirismo hasta el terror claroscurista, pasando por el intimismo claustrofóbico y la captura de los horizontes socioculturales propia del western (los ecos de Nomadland no son pocos tampoco), el cineasta italiano captura esas sensaciones y canta a la libertad y a la fluidez en un mundo que los ve como monstruos. Quizá las más de dos horas diluyan un poco la emoción, pero, en cualquier caso, se trata de la mejor actualización de Las desventuras del joven Werther que se ha realizado en los últimos años.

Título original: Bones and all Duración: 130 min País: Italia, Estados Unidos Idioma: Inglés Director: Luca Guadadigno Guion: David Kajganich Productores: Thimothée Chalamet, Marco Colombo, Giovanni Corrado, Luca Guadadigno, David Kajganich, Francesco Melzi d’Eril, Lorenzo Mieli, Jonathan Montepare, Marco Morabito, Gabriele Moratti, Lisa Muskat, Theresa Park, Peter Spears, Raffaella Viscardi, Moreno Zani Fotografía: Arseni Khachaturan Montaje: Marco Costa Música: Trent Reznor, Atticus Ross Intérpretes: Taylor Russell, Thimothée Chalamet, Mark Rylance, André Holland, Michael Stuhlbarg, Chloë Sevigny, Jessica Harper, David Gordon Green

Sinopsis: La historia del primer amor entre Maren, una joven que está aprendiendo a sobrevivir al margen de la sociedad, y Lee, un vagabundo con ideas muy intensas que vive marginado. Cuando se conocen, se unen en un viaje de mil millas que les lleva por carreteras, pasajes ocultos y caminos alternos en los Estados Unidos.


Metro Goldwyn Mayer

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