Dobles sesiones dobles #1 – mayo 2024

Desde la cultura del cine multisala, el cine se volvió un poquito más capitalista; hoy solo vivimos una radicalización de esa cultura. La desaparición de la sesión doble aisló e individualizó a las películas, los géneros y las estrellas perdieron fuerza y la película, por fin, tuvo un inicio y un final controlados por el director o la productora. Se ganaron otras cosas, desde luego. Pero una cosa que se perdió es la asociación «aleatoria» de películas, fruto de la programación de cada cine, que causaba nuevas miradas y conexiones fortuitas estimulantes. En ese espíritu de choque estrenamos una sección cuyo objetivo es intentar saltarse la dictadura del estreno o, mejor dicho, intentar socavarla desde dentro, si es que es posible. La idea es sencilla, tras una breve introducción que haga repaso de los principales estrenos del mes, escribiremos una serie de recomendaciones de títulos que se hayan estrenado a lo largo del mes, en salas o en plataformas, y de los que no hayamos escrito aún. Junto a ese título, una película o serie con algún tipo de vinculación. Es una sección mensual, publicada el último viernes de cada mes.

Este mayo ha estado presidido, desde el mainstream, por dos nuevas entregas de dos de las grandes franquicias menores de la pasada década: El reino del planeta de los simios y Furiosa: de la saga Mad Max. Dos aportaciones tímidas, en cuanto a su potencial de taquilla, y desiguales, en su recepción de público y crítica, que han posicionado el CGI en el centro del debate cinéfilo. Tenían su correspondencia en los estrenos de El mal no existe de Ryûsuke Hamaguchi y Hasta el fin del mundo de Viggo Mortensen, dos obras ancladas en el paisaje y las formas naturales. Ha sido el cine español, no obstante, quien ha dado más que hablar: los estrenos de La Casa, adaptación del cómic homónimo de Paco a cargo de Alex Montoya, Segundo Premio, no-biopic de Los Planetas a cargo de Isaki Lacuesta y Pol Rodríguez, y Nina de Andrea Jaurrieta, western hitchcokiano sobre el consentimiento.

En cuanto a series, la fama arrastrada de Mi reno de peluche aún pervive; sin embargo, Netflix ha logrado encadenar éxitos gracias al estreno de la tercera temporada de Los Bridgerton y The 8 Show. El cambio de HBO Max a Max ha estado presidido por el estreno en la plataforma de Dune II de Denis Villeneuve, tras un notable paso por salas internacionales, y por la finalización de El simpatizante, nueva serie del coreano Park Chan-wook protagonizada por Robert Downey Jr. Por su parte, las series españolas tienen una comedia meta en Marbella, a cargo de los creadores de La unidad, Alberto Marini y Dani de la Torre, y un thriller sobre los pecados del pasado en Las largas sombras dirigida por Clara Roquet y Julia de Paz. Completan la parrilla los últimos episodios de Sugar, el estreno de las tres temporadas de Ramy en Filmin y las nuevas temporadas de Blue Lights, Doctor Who —con Ncuti Gatwa como el nuevo Doctor—, Hacks, Entrevista con el vampiro y Outer Range.


Dune II (Dune II, Denis Villeneuve, 2024) & La Primera Profecía (The First Omen, Arkasha Stevenson, 2024) – Max & Disney Plus

No deja de ser curioso que coincidan en la cartelera películas abordan el tema de los falsos mesías, de las autoprofecías, pues también se podría mencionar a Immaculate. Como siempre, el cine de Hollywood haciéndose eco de forma inconsciente de las grandes preocupaciones sociales: teorías de la conspiración y un individualismo militante se conjugan como respuesta a un poder marcado por la posverdad y el control de las emociones sociales a través de grandes relatos épicos. Tanto la segunda parte de la saga de ciencia ficción de Denis Villeneuve a partir de los libros de Frank Herbert como la precuela de la saga de terror iniciada por Richard Donner en 1976 a rebufo del éxito de El exorcista diseccionan la construcción de las narrativas míticas (salvador, Anticristo) que mueven a la sociedad —con tendencia a la brocha gorda conceptual, todo sea dicho—. La primera hace uso de la escala, del sonido y de la luz —y de una estructura más fluctuante que su antecesora— para generar un espectáculo audiovisual de primer orden, mientras que la segunda entronca con la tradición pictórica italiana (y alguna que otra referencia al cine de terror europeo) para demostrar un gran nervio narrativo que catapultará a su directora, así como a su actriz protagonista —si es que Servant no fue suficiente Do de pecho—. Dos relatos que se encuentran entre lo mejor del año en sus respectivos géneros

Sesión doble: Paisaje en la niebla (Topio stin omichli (Landscape in the Mist), Theo Angelopoulos, 1988). En contraposición a las grandilocuencias estéticas y los barroquismos visuales, Theo Angelopoulos eleva el drama social (dos hermanos huyen de casa para encontrar a su padre en Alemania) a la categoría de mito. Su trasfondo espiritual (cristiano) favorecen una lectura alegórica que, en ningún momento, contradice el análisis frío sobre cómo las historias afectan a nuestra configuración del mundo. La conclusión es la misma, pero a menor escala: Angelopoulos observa los mitos de la cotidianidad, filma gestos pequeños que contienen mundos enteros y lo hace con delicadeza y su humanidad traspasa la pantalla. El estilo característico del griego (entre el slow cinema y el cine de Fellini) empezaba a florecer, ofreciendo una estupenda puerta de entrada a su filmografía. Jorge Sánchez.

20th Century Studios España

El último late night (Late night with the devil, Cameron y Colin Cairnes, 2024) – En cartelera [en Filmin, a partir del 28 de junio]

Pese a que el concepto de found footage ofrece en sí mismo infinidad de posibilidades por explorar, a menudo los títulos que se podrían considerar parte de este subgénero tienden a girar en torno a premisas o historias muy similares. No es así el caso de la película Late Night with the Devil (Cameron y Colin Cairnes, 2024), en la que atendemos a una retransmisión en directo de un talk show estadounidense de 1977. Estando el programa apunto de desaparecer por falta de audiencia, su presentador está dispuesto a hacer cualquier cosa para reflotarlo, incluso a invitar a médiums y exorcistas, que terminarán detonando un final terrible y demoníaco para el show. Siendo una película que acierta de pleno a la hora de sacar partido a las posibilidades del found footage y el falso documental que deviene en terror, mediante la propia realización televisiva de la que se compone la película (acercando mucho la misma al analog horror), este título vuelve a ser ejemplo de cómo este tipo de películas terminan traicionando su concepto y lógica desde un principio. ¿No sería maravilloso entrar a una película de este tipo sin ninguna idea de las consecuencias que puede tener su premisa inicial? Tal vez sea más difícil con un título de terror.

Sesión doble: Chronicle (Chronicle, Josh Trank, 2012). Películas como Chronicle , sin embargo, demuestran cómo esto puede ser posible, y evidencian lo bien que funciona (al menos si se llega a la película sin haber visto trailers). Subvirtiendo el género de superhéroes, Chronicle juega a explorar las consecuencias de que tres adolescentes adquieran superpoderes desde una perspectiva “realista”. Es interesante ver una película como esta, en la que no tienes ni idea por donde va a tirar, y ver evolucionar su trama y las consecuencias de la premisa desde el asombro y la imprevisibilidad. Evidentemente, a la hora de ver la película de terror australiana, tú sabes que las cosas se van a desmadrar en cierto punto de la trama, por lo que el falso documental que hay en ella no termina de funcionar como debería. Sería interesante ver una película de terror de este tipo que no diera pistas sobre ello desde su título, y experimentar como lo demoníaco se desarrolla poco a poco desde el asombro y la perplejidad. Carlos Cousillas.

Filmin

El último verano (L’eté dernier, Catherine Breillat, 2024) – En Cartelera

Diez años después del estreno de su drama autobiográfico Abus de faiblesse (2013), Catherine Breillat regresa a la gran pantalla con un nuevo largometraje que continúa su exploración del tema del sexo y las relaciones de poder. Trastocando el sentido común, la directora realiza un brillante ejercicio de adaptación —la película es un remake de la danesa Reina de Corazones (2019)— en el que arroja su particular mirada autoral sobre una controvertida trama que explora en profundidad las contradicciones que derivan del affaire sexual entre una abogada especializada en casos de abusos a menores y su hijastro, un joven revoltoso contra cualquier autoridad. En una época en la que el público se deja llevar cada vez más por el pánico moral y en la que cualquier atisbo de transgresión —o mismo una simples escena de sexo debe ser justificado bajo un propósito pedagógico—, Breillat se lanza de cabeza al fango sin miedo, como siempre fue, en una aproximación a la trama que es completamente amoral. Aquí no hay víctimas y tampoco verdugos, solamente humanos confrontados con sus deseos, moviéndose bajo las dinámicas de poder pre-establecidas, sea a su favor o en contra, en dirección a un intento de realización.

Sesión doble: Muerte en Venecia (Morte a Venezia, Luchino Visconti, 1971) & El Portero de Noche (Il portiere di notte, Liliana Cavani, 1974). La manera con la que Breillat captura la imagen del joven Samuel Kircher inmediatamente despierta paralelismo con la obsesionante belleza del Tadzio de Luchino Visconti. Pero, si en uno la juventud le concede una belleza pueril y idealizada, en el segundo ella estalla una mixtura de peligro y sublevación digna de El ángel caído de Alexandre Cabanel. Pero, tratándose de obras controvertidas dirigidas por mujeres, no hay mayor que El Portero de noche de Cavani. Valientemente retratando una relación sadomasoquista entre entre un antiguo oficial de un campo de concentración nazi (interpretado por Dirk Bogarde) y una de sus internas (por Charlotte Rampling), la cinta ha suscitado repulsión y fascinación en la misma medida, tanto en el público cuanto en la crítica, de su estreno hasta los días de hoy. Rafael Bürger.

ADSO Films

Segundo premio (Segundo premio, Isaki Lacuesta, Pol Rodríguez, 2024) – En cartelera

El no-biopic de Los planetas es una fantasmagoría que tiene como eje central la ciudad de Granada, la única que tiene nombre de bomba. Vehiculada por esta biografía no oficial del conocido grupo de música indie, la película propone un recorrido por las calles de esta ciudad, por sus bares, por sus procesiones. Un recorrido en el que se funden la realidad y la ficción, construyendo una radiografía de un tiempo y un lugar. El escurridizo Isaki Lacuesta se revela una vez más como un artesano-autor capaz de adaptarse a cualquier material para dotarlo de una impronta personal. Aquí, en colaboración con Pol Rodríguez, se lanza a la piscina y lleva a cabo un proyecto no apto para todos los públicos, que se desmarca de la línea oficial inane de películas sobre cantantes y supone, además, un refrescante contrapunto a un estreno español que con el comparte cartelera, la cinta sobre el grupo Locomía. Un peculiar díptico para transportarnos a otra época desde dos miradas muy diferentes.

Sesión doble: Más allá del terror (Más allá del terror, Tomás Aznar, 1980). Unos macarras lo pasan de fábula llevando el caos allá por donde van, robando y secuestrando, pero también asesinando a una pobre anciana. La cosa les sale rana cuando la buena mujer, antes de morir, les lanza una maldición al más puro estilo Arrástrame al infierno (Sam Raimi, 2009). Ocultos en una iglesia en ruinas perdida en la montaña, empezarán a caer uno tras otro a manos de una oscura fuerza sobrenatural. Una apreciable fusión entre cine de terror y cine quinqui, resuelta con solvencia y con una puesta en escena muy austera por un cineasta que no se prodigó mucho después de esta película. En el guion encontramos a Juan Piquer Simón, una figura fundamental en el cine de género de este país. En definitiva, una película que merece ser rescatada del olvido por su extraña combinación de ingredientes y por algunas escenas realmente memorables. Sergio Román.

BTEAM Pictures

The 8 show (The 8 Show, Han Jae-rim, 2024) – Netflix

Con una estética que recuerda indiscutiblemente a la exitosa serie del 2021  El juego del calamar —aunque no solo visualmente vemos semejanzas—, se presenta esta nueva serie coreana The 8 show. Estamos ante un “gran hermano” donde los concursantes son observados 24h, pero con unas especiales reglas: ocho pisos, un concursante por piso. Van ganando dinero a medida que pasa el tiempo, cuanto más tiempo aguanten, más dinero ganarán, tiempo a su vez proporcionado por los espectadores, premiándolos según les interese lo que observan. El problema comienza cuando se dan cuenta que no todos juegan con las mismas cartas. Distintos privilegios en función del piso ocupado que ha sido elegido al azar por ellos mismos. Además una plataforma proporciona comida al piso superior en primer lugar, y así hasta el último piso, el primero. Esto llevará a los personajes a explorar los límites del entretenimiento, la avaricia y la necesidad. Lo que hace que el egoísmo y crueldad humana se acaben imponiendo, ante cualquier mínimo intento de despertar conciencias. Cada uno asume su rol, el poder y la clase que su piso le otorga, recordando a experimentos como el de la cárcel de Stanford.

Sin embargo, aunque se dan situaciones terroríficas, la propia estética artificial y colorida ayude a esta composición macabra, todo tiene cierto tono de humor negro. Con un guión más silencioso y unos pensamientos menos ruidosos del personaje principal (a veces cuesta prestar atención a lo que dice) hubiera hecho que la intensidad aumentará, que la imagen hubiera tenido más presencia en las escenas más potentes consiguiendo aumentar la tensión y generar una mayor incomodidad. A pesar de este detalle, es muy recomendable si te gustan este tipo de historias en las que se buscan los límites de los más bajos instintos del ser humano.

Sesión doble: El hoyo (El hoyo, Galder Gaztelu-Urrutia, 2019). Buscando también poner a prueba los valores humanos se construye de forma clara y concisa la ópera prima de Galder Gaztelu-Urrutia. Como se puede uno imaginar -y esto no es un spoiler- este experimento dista mucho de sacar alguna conclusión positiva sino que por el contrario hace florecer el lado más oscuro del ser. Una cárcel vertical, alrededor de doscientas plantas, dos personas por planta y un mismo objetivo: sobrevivir. Cada día una plataforma desciende con comida y bebida desde el piso número uno, hasta el último, cada piso comerá lo que los de arriba les dejen. En este caso la estética visual dista mucho de lo que vemos en the 8 show, muros rectos y lisos de hormigón y colchones sobre somieres de hierro. Austeridad pura y dura, no solo aplicada a la imagen, también a los diálogos, escuetos pero significativos. En este caso menos es más. Lo que no cambia es el comportamiento humano. La codicia, la insolidaridad y la posición social de nuevo se apoderan del individuo.

Aunque se vislumbra una crítica al sistema, el duro golpe va dirigido a nosotros, el espectador, hacia nuestra propia conciencia. Una crítica hacia el auge del egoísmo e individualismo que cada vez más aflora en nuestra sociedad. Judith Pérez

Netflix

Tótem (Tótem, Lila Avilés, 2024) – Filmin

El hogar por donde deambula Tótem bien podría ser cualquiera de los nuestros. Lila Avilés explora la complejidad de la vida y la muerte cotidiana desde el amor, los rencores, del caos, de la alegría y la tristeza. Todo ello desde los ojos inocentes de una niña (Sol) que observará sin llegar a entender todavía el nerviosismo y la ansiedad de la gente adulta por preparar la fiesta de cumpleaños de su padre ausente, que se encuentra luchando en la habitación de arriba contra una enfermedad terminal e intenta aunar las pocas fuerzas que le quedan para poder participar de esa celebración. La película transcurre en esa casa familiar por donde la cámara de la directora nos muestra la dinámica familiar de un día especial, en que la fiesta se convertirá a la vez en un homenaje y una despedida a esa persona tan querida. Son momentos de enfrentarse a la verdad de esta vida donde convive la esperanza de vida de esa niña frente a la tristeza por la pérdida del padre, del hijo, del hermano, del amigo. Aunque el deseo  final sería, como expresa Sol, “Que papá no muera” la realidad es mucho más dolorosa. La cámara nos muestra esa atmósfera cálida de un hogar donde un pastel dentro de un horno se puede quemar, donde el lavabo siempre está ocupado y donde los lugares secretos nos aíslan de momentos que deseamos que sucedan sin que los lleguemos a vivirlos. Es un lugar que se siente real, que está vivo donde suceden cosas increíblemente elaboradas pero de un naturalismo cercano al documental. Tótem es una poesía naturalista que reproduce la realidad con una objetividad próxima a la verdad, en todos sus aspectos. Somos testigos tanto de los mejores como de los peores momentos de todos los protagonistas de esta película que se apoyan, indudablemente, sobre cuatro sólidas columnas que consolidan aquel hogar: la familia, las mujeres, los niños y lo sobrenatural. 

Sesión doble: Huesera (Huesera, Michelle Garza Cervera, 2022). La atmósfera de Huesera quebró aquel día del Festival de Sitges de 2022. La historia de Valeria combinaba la crítica social con el terror de una manera penetrante dando como resultado una película aterradora como emocionalmente desesperante. La ópera prima de Michelle Garza Cervera utiliza el terror psicológico y lo sobrenatural para llevarnos hacia temas muchísimo más profundos, que se hallan en el subconsciente personal y social con el que convivimos. Son temas como la maternidad, la identidad y las expectativas que crea la sociedad sobre el individuo. Viajamos con Valeria, una joven mujer que, tras quedar embarazada, comienza a experimentar fenómenos paranormales y se enfrenta a una serie de horrores que parecen estar relacionados con una antigua maldición. Somos testigos de cómo la clase media  mexicana  (¡por fin una película que no trata ni de la alta sociedad ni de los olvidados!) convive entre el conflicto familiar, colectivo y las tradiciones  del país. Michelle Garza Cervera trabaja desde los códigos del género del terror para hablarnos de temas existenciales que nos hacen totalmente vulnerables ante la unidad de pensamiento predominante en tu entorno como, entender la maternidad como algo violento para el ser humano o definiendo tu orientación sexual e incluso excluyendo a  una persona adulta por no tener pareja estable. Algo infame de lo cual nunca se habla y se intenta negar su existencia. Casi dos años después de su estreno esta joya del cine del terror mexicano todavía no se ha estrenado en nuestro país ni en salas de cine ni en ninguna plataforma. Es momento de reivindicar una de las mejores películas vistas en el Festival de Sitges del 2022, que fue premiada con dos premios (Citizen Kane por mejor Nuevo Director y Blood Window por mejor película iberoamericana); en el momento de combatir La Huesera, un ente que materializa los miedos internos que siempre son evitados. La Huesera los conoce y te obligará a enfrentarse a ellos, si no, te tronará por dentro. Carlos Garries.

ADSO Films

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